El estreñimiento también llamado constipación o transito lento es una afección orgánica caracterizada por la reducción de la cantidad de deposiciones. En este caso la dieta tiene mucha importancia tanto en el tratamiento del estreñimiento, como también para resolver sus síntomas y prevención. La manera más sana y natural de evitar el estreñimiento consiste en hacer una dieta bien balanceada, que contenga abundante fibra, principalmente frutas, vegetales, legumbres y cereales integrales. El incremento en los aportes de fibra, a partir de estos alimentos se asocia con un aumento en la frecuencia de las deposiciones un mayor volumen de las heces.
Los beneficios de la fibra para el estreñimiento
* Colabora en la prevención de enfermedades como hemorroides y venas varicosas, enfermedad diverticular de colon, cálculos renales, vesícula biliar y cáncer de intestino.
* Ayuda al tratamiento de la hipercolesterolemia, arrastrando parte del colesterol presente en las sales biliares, junto con las heces, ayuda a regular los niveles de azúcar en sangre y la obesidad por producir saciedad. Favorece reduciendo las recaídas en personas que padecen de úlcera crónica.
Algunos alimentos ricos en fibras son los alcauciles, frutos del bosque, naranjas, ciruelas y kiwis. Los frutos secos y las frutas desecadas son los que mayor aporte proporcionan, aunque no conviene abusar de ellos, dado que al ser muy calóricos pueden resultar indigestos. Un remedio con abundante fibra consiste en dejar cinco ciruelas en un vaso de agua durante 12 horas y después comerlas y beber el líquido resultante. Otra opción es beber un jugo de naranja o kiwi en ayunas, para mejorar el tránsito intestinal. Para evitar el estreñimiento es necesario realizar una alimentación variada y equilibrada, con un reducido consumo de azúcar y productos azucarados.
Entre los alimentos de la dieta para el estreñimiento aconsejados se encuentran:
Leche y lácteos descremados. Carnes, pescado, huevos y derivados. Cereales integrales, como salvado y cebada. Legumbres (lentejas, garbanzos, porotos, habas, arvejas). Verduras y hortalizas frutas (frescas, secas y cocidas, con piel y bien lavadas). Por otra parte, se recomienda limitar el consumo de leche condensada y lácteos enteros, café, azúcar refinada, caramelos y chocolates, dado que endurecen las heces, limitar la ingesta de carnes grasas, quesos, embutidos y frutas astringentes o confitadas, como el membrillo, banana y limón, y evitar aquellas verduras que provocan flatulencias como repollo, coliflor, brócoli, repollitos de Bruselas, pimiento y pepino.
Al momento de cocinar y condimentar, preferir aquellas técnicas culinarias que menos grasa aportan a los alimentos (al agua, cocido o hervido, rehogado, plancha y horno) y utilizar moderadamente los fritos, rebozados, empanados, guisos y estofados. Respecto a las legumbres, se aconseja realizar un remojo prolongado de más de ocho horas y romper el hervor a mitad de cocción para diminuir la posibilidad de que produzcan flatulencia. Para que la comida resulte más apetitosa pueden emplearse condimentos como vinagre, y limón, ajo, cebolla y puerro, hierbas aromáticas que ayudan a la digestión como romero, salvia, tomillo, semillas de hinojo o hinojo fresco, y evitar especias fuertes como pimienta y pimentón. Otro aspecto importante a tener en cuenta en la dieta para el estreñimiento consiste en aumentar la ingesta de líquidos, por lo menos 2 litros de agua y a su vez hacerlo con las comidas, sopas, gelatinas, infusiones y entre comidas preferentemente jugos naturales y agua.