La Exposición al Sol y a las fuentes de Calor

exposición al sol y a las fuentes de calor

Es evidente que las áreas de la piel expuestas con mayor frecuencia al sol, tienden a presentar más arrugas, puntos negros, defectos y cambios en su pigmentación. Se cree que este envejecimiento y decoloración de la piel puede ser causado por el daño del sol sobre el tejido fino conectivo cutáneo lo cual ocasiona que la piel pierda elasticidad y colágeno. El tejido fino conectivo cutáneo que ha sido afectado por la radiación ultravioleta (UVR) no es tan firme o resistente como el tejido fino conectivo normal y saludable, por lo tanto los vasos sanguíneos circundantes también se ven afectados. Por lo general, la exposición al sol, produce que los vasos sanguíneos se ensanchen y lleguen a ser visibles en la superficie de la piel como una especie de venas quebradas. Por lo general esto se aprecia con mayor frecuencia en las personas mayores.

Algunas veces con la exposición al sol, se aprecian coloraciones rojas en la piel , las cuales resultan de ciertos golpes o roces leves causados en el área en al cual los vasos sanguíneos están afectados. Aunque resulte difícil de creer, las venas llegan a sangrar en el interior de la piel, lo cual se hace visible ya que cambia la coloración normal de la piel. El calor de otras fuentes también como el secador de cabellos, el calor del horno mientras cocinamos, lugares muy calefacionados en épocas de frío, entre otros, también puede ocasionar la dilatación de las venas en la superficie de la piel y producir deshidratación.

Para proteger la piel contra los rayos dañinos del sol, es recomendable usar un protección solar pricipalmente en las áreas más expuestas a la luz solar. Se recomienda elegir un protector solar con factor de protección (SPF) 15 o superior, considerando que este también proteja la piel de los rayos UVA y UVB. Para estimular la pigmentación y acelerar el bronceado es aconsejable utilizar bronceadores que contengan aceite natural de zanahoria y aceite de sésamo este último actúa como filtro ya que absorbe 1/3 de los rayos nocivos ultavioletas; el extracto vegetal de Mirto, el de Aloe Vera y el de Ratania actúan como aceleradores estimulando la melanogenesis.

La radiación ultravioleta también puede traspasar las nubes o los vidrios, por ello, se recomienda usar protector solar durante el invierno y mientras conduce el automóvil. Trate de no exponerse demasiado al sol. En la medida de lo posible trate de estar en movimiento, caminar por la sombra, para así proteger mejor su piel.

 

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