Existen numerosas plantas medicinales con sustancias que ayudan a activar la circulación sanguínea y de este modo, evitan la dilatación excesiva de las venas y capilares. Dado que la mala circulación de la sangre es una afección crónica que va evolucionando, conviene detener la evolución de este proceso para prevenir trastornos vasculares como várices, flebitis, tromboflebitis o las úlceras varicosas. Por ese motivo desde la fitoterapia, las plantas medicinales con propiedades antiinflamatorias, estimulantes, diuréticas y antiedematosas son una gran ayuda para los problemas circulatorios.
Cayena: Es la más útil de las plantas estimulantes, ya que ayuda a regular la fluidez del torrente sanguíneo, equilibrando y fortaleciendo el corazón, las arterias, los capilares y los nervios. Cuando la circulación sanguínea es deficiente en las extremidades, resultando en manos frías y sabañones, la cayena resulta efectiva. Infusión: Verter una taza de agua hirviendo sobre una cucharadita y media de cayena y dejar reposar 10 minutos. Una cucharada de esta infusión se mezclará con agua caliente y se beberá cuando se necesite.
Jengibre: Es útil en caso de mala circulación periférica, sabañones y calambres. Activa la circulación sanguínea y es diurético. Infusión: verter una taza de agua hirviendo sobre una cucharadita de raíz fresca de jengibre y dejar reposar durante 5 minutos. Beber cuando se necesite.
Ginkgobiloba: Ayuda a transportar la sangre y el oxígeno al cerebro, dilata los vasos sanguíneos y aumenta la circulación de la sangre, hace más elásticas las paredes arteriales y combate dolores y hormigueo en las piernas y brazos. Aumenta la circulación de la sangre en todo el organismo.
Romero: Se encuentra dentro de las plantas medicinales que actúa como estimulante de la circulación sanguínea y los nervios. No es aconsejable en personas muy nerviosas. Infusión: Verter agua hirviendo sobre 1 o 2 cucharaditas de la hierba en seco y dejar reposar en un contenedor cerrado, durante 10 o 15 minutos. Tomar tres veces al día.
Cola de Caballo: Esta hierba medicinal estimula la curación de sarpullidos o sabañones. También actúa como diurético leve, favoreciendo la eliminación de líquidos, siendo muy favorable en casos de mala circulación sanguínea. Infusión: Verter una taza de agua hirviendo sobre 2 cucharaditas de la planta en seco. Dejar reposar durante 15 o 20 minutos. Beber tres veces al día.
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